- Redirigir el crecimiento.
- Reequilibrar las zonas donde llega poco sol y equilibrar el crecimiento de las diferentes zonas.
- Favorecer la floración y fructificación.
- Dar más fuerza y resistencia.
- Eliminar ramas y hojas secas.
- Mejorar la calidad de la madera.
El invierno es una de las mejores épocas para podar los árboles, es decir, después de su floración, por los siguientes motivos:
- Pierden menos savia al estar en un estado menos activo, es decir, aún no han empezado a brotar. Se le llama la época de reposo vegetativo.
- Las plantas tienen menos hojas y es más fácil saber por dónde cortar.
- En las bajas temperaturas es menos posible que crezcan hongos en las posibles heridas.
Es importante conocer de qué manera podar para conseguir los resultados esperados. Los árboles y las plantas son seres vivos, por lo que la poda es un tipo de operación en la que podemos mejorar su situación o empeorarla pudiendo dar lugar al desarrollo de enfermedades propias de estas especies.
Índice de contenido
Métodos para realizar una buena poda
Métodos de poda generales
A la hora de decidir el tipo de poda que hay que llevar a cabo hay que tener en cuenta el tipo de especie que queremos tratar y el efecto que queremos conseguir. Una vez lo sepamos y conozcamos unos cuantos métodos “de operación”, podremos escoger el más adecuado. En general, siempre que un árbol está en buen estado, sólo es necesaria una poda de mantenimiento, pero cuando se quiere estimular su crecimiento se puede hacer una poda más intensa para darle más vigor.
Los árboles o plantas en su estado natural tienen una tendencia determinada de crecimiento que se intenta mantener y, a la vez, con la poda, buscamos que también se adapte a las características del entorno en la que la especie ha sido plantada. Se busca un resultado armonioso con el entorno teniendo en cuenta la forma natural de las especies. Los restos de ramas u hojas secas los podemos utilizar para hacer compost o mulching.
Para cualquier tipo de técnica es importante tener en cuenta algunos factores:
- El lugar en el que se realiza el corte.
- Que la incisión se realice limpia y en una dirección determinada. Es importante que las herramientas del jardinero estén muy bien afiladas.
- Utilizar arnés de seguridad siempre que el ejemplar sea lo suficientemente grande.
- Poner atención en nuestra postura corporal para no hacernos daño.
- Tener en cuenta la luna: podar en luna menguante fomenta crecimientos más lentos mientras que hacerlo con luna creciente consigue el efecto contrario.
Es aconsejable contactar con profesionales de jardinería antes de poder dañar a nuestros árboles o plantas.
Diferentes técnicas de poda
- Poda de formación: es el tipo de poda que se lleva a cabo en los primeros años de vida de la planta. Sirve para orientar el crecimiento. Es especialmente importante en el caso de los árboles frutales porque aumenta la fructificación.
- Poda de mantenimiento o de limpieza: tal como su nombre indica es un tipo de poda que trata de mantener la forma que se dio en la poda de formación eliminando los elementos que hayan podido crecer fuera de la estructura de la que se partió. Esto incluye eliminar hojas y ramas secas (es más sencillo que cuando hay que podar ramas vivas).
- Poda verde: se suele hacer en verano y sirve para eliminar a los brotes “chupones”, ya que absorben demasiada energía del árbol.
- Poda de fructificación o de verano: se lleva cabo en el caso de los árboles frutales adultos que ya dan fruto, esto es entre el tercer y cuarto año de la plantación. Al contrario que la poda invernal no pretende el desarrollo del árbol si no inhibir su crecimiento y fomentar el crecimiento de los frutos.
- Poda de renovación: en plantas de tallos gruesos y raíces que han sufrido un deterioro por intenso crecimiento.
- Poda de raleo: para lograr la ramificación de la planta.
- Poda de despunte: para disminuir la densidad de las ramas.
- Desmochado o terciado: tipo de poda excepcional para casos en los que el ejemplar necesita una “operación drástica” y se corta gran parte del árbol. Siempre es conveniente consultar a jardineros profesionales como Quercus Jardiners si creemos que esta es la mejor solución para nuestro árbol o planta.
Herramientas que podemos utilizar dependiendo del tipo de rama a tratar:
- Guantes para podar.
- Tijeras de mano o podaderas: se utilizan para ramas más bien finas (las de mano para las más finas y las podaderas para ramas un poquito más gruesas).
- Serruchos para ramas más gruesas.
- Cuchillos o navajas de jardinero, éstos intervienen cuando los anteriores no son suficiente.
- Se utilizan pinturas a base de aceite para tratar posibles heridas.
Métodos concretos
Diferentes especies necesitan diferentes tipos de poda. Así, por ejemplo, podemos decir que los árboles frutales es importante podarlos anualmente y buscar una orientación de las ramas más horizontal que vertical, para que crezcan los frutos con mayor espacio. La mejor época de poda es el invierno pero con algunos matices: si el clima donde está el árbol es muy frío, es mejor hacerlo cuando el clima empiece a ser más templado, si no, puede hacerse cuando empieza el invierno.
Por otro lado, la poda de los árboles con hojas caducas se realiza después de que se caen las hojas. Y la de los árboles con hojas perennes, en el período vegetativo (otoño o invierno).
La poda no consiste en realizar cortes indiscriminados
Hemos visto que hay variedad de técnicas y herramientas a utilizar y que su uso dependerá, en cada caso, de la especie a tratar. Como hemos comentado al principio, las plantas, arbustos y árboles son seres vivos y tienen sus peculiaridades, por lo que es esencial observar detenidamente el ejemplar, hacer un análisis y marcar una metodología antes de proceder a la poda. Y cuando no estemos seguros de cómo actuar, siempre será más prudente ponerse en contacto con algún profesional. Una mala poda puede hacer más daño que ser de beneficio. Dont’ worry, Be Quercus.